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11.28.2011

7 aspectos clave en la biografía de Steve Jobs de Isaacson

Hace un par de semanas terminé de leer el recientemente publicado libro: Steve Jobs de Walter Isaacson. Se trata de una biografía cuya lectura es bastante enriquecedora, no solamente por el tamaño el libro (más de 600 páginas) sino porque responde muchas de las preguntas que puede generar la curiosidad acerca de la vida y obra de Jobs. Apropiada para muchos tipos de lectores pero en especial para personas con amor por la tecnología, el diseño y la cultura empresarial. 

Algunos de los puntos que más me llamaron la atención:

Una biografía de fuentes vivas

Isaacson escribió la biografía a partir de múltiples entrevistas y encuentros con Jobs y de muchísimas entrevistas con sus amigos (y no tan amigos) y otras fuentes escritas. El resultado es una biografía autorizada pero no manipulada (Jobs le dio vía libre y nunca la leyó, solo influyó en la caratula) que recoge diversos puntos de vista acerca de la personalidad y los hechos que rodearon la vida del cofundador de Apple.  Supongo que es más fiel por la forma y el momento en que fue realizada la biografía que otras realizadas mucho tiempo después de la muerte de personajes famosos donde los testigos o fuentes vivas ya han desaparecido y solo quedan a la mano registros.

Conectando la creatividad y la tecnología

Una de las características de Jobs que más interesó a Isaacson fue su capacidad para comprender que el futuro se basa en relacionar la creatividad con la tecnología. Las otras biografías de Isaacson, como la de Franklin y Einstein reflejan este interés. Jobs era un amante del diseño lo cual expresó por ejemplo, en el desarrollo de la interfaz amigable del Machintosh (que luego copiaría Windows) como en el diseño industrial de sus productos desarrollado en el pasado por Harmut Esslinguer de Frog design, y últimamente por su amigo y compañero de trabajo Jonathan Ive, pero siempre bajo la obsesiva guía de Jobs.

Pasión por el diseño

Su pasión por el diseño hizo que los productos de Apple se diferenciaran de los de la competencia, como en el caso del primer iMac, que hizo resurgir a la rezagada compañía que encontró Jobs al volver como iCEO. Para lograr desarrollar el iMac, Jobs tuvo que oponerse a infinidad de razones técnicas y de costos que aludían sus directivos en diversas áreas oponiéndose, racionalmente, a la posibilidad de hacer el nuevo producto. Jobs confió en su intuición y tuvo que exigir que se realizara el imac como él creía que debía ser. Fue para entonces el producto más vendido de Apple.

Jobs se involucraba en las decisiones de diseño de todos los detalles de sus productos, visitaba constantemente el estudio interno de diseño dirigido por Ive. Así también lo hizo cuando dirigió el desarrollo del Machintosh en los ochenta y del mismo Apple II, donde promovió el uso de una fuente energía no convencional que producía menos calor, desarrollado por Rod Holt, que terminó convirtiéndose en un estándar en la industria. Decía: “En los anales de la innovación las nuevas ideas solo son parte de la ecuación, la ejecución es igual de importante”.

Jobs era un amante de la simplicidad y sabía que lograr la simplicidad era incluso más difícil que dejar la cotidiana complejidad de los productos tecnológicos, el diseño de cada producto debía ser como el de una obra de arte para Jobs “la simplicidad era la última sofisticación”. El amor por la simplicidad también se nutría de su experiencia con el Zen,

Un optimismo desenfrenado

Jobs creció en un floreciente Valle del Silicio cuya historia previa lo inspiró para querer ser parte de éste, para esa época la tecnología había dejado de ser vista por la contracultura como un arma de control y comenzó a ser vista como un símbolo de liberación y expresión individual, como explica Isaacson.

Pero quizás uno de los rasgos que más se evidencian en la biografía es su pasión y optimismo desenfrenado que incluso llevó que a quienes lo conocían hablaran de su capacidad para distorsionar la realidad y hacer ver a otros como posible lo imposible.

Predominio de la Intuición

Desde que conoció la espiritualidad, el Zen y en especial afianzado por su viaje a la India, Jobs fue un seguidor de la intuición antes que de la razón, el mismo expresó “la intuición es algo muy poderoso, más poderoso que el intelecto. Ésta ha tenido un gran impacto en mi trabajo”. En el desarrollo de nuevos productos Jobs nunca se guió por estudios de mercadeo, el seguía la máxima de Alan Kay “la mejor forma de predecir el futuro es inventarlo”, ante la pregunta de qué tipo de estudio de mercado realizaba, contestó que ninguno, los consumidores no saben lo que quieren hasta que se les ofrece, también recordaba la conocida frase de Ford: “Si hubiera preguntado a la gente qué quería hubiera construido un caballo más veloz”.

El predominio de la intuición también se veía reflejado en el diseño de sus productos, decía “lo principal en nuestro diseño es lograr que las cosas sean intuitivamente obvias”

Grandes mentores y grandes socios

Durante su vida estuvo rodeado de personas que lo ayudaron a construir, ya un producto o una empresa. Su primer mentor fue su padre que le inculcó la pasión por la perfección, la belleza y la calidad de lo que se construye.

Su primer socio fue su amigo Steve Wozniak experto en tecnología con el que desarrolló el Apple I y el Apple II productos que dieron origen a Apple. Markkula fue también socio pero sobre todo mentor, experto en mercadeo que vio futuro en la idea de vender un computador personal, primer inversionista que tuvo Apple y creador del concepto de mercadeo con el que nació la compañía.

Hacia el final de su vida, Larry Page (uno de los fundadores de Google), acudió a visitar a Jobs y le solicitó consejo, ya que iba a entrar a reemplazar a Schmidt como CEO en Google, Jobs comenta que al principio pensó en negarse (seguramente por la rivalidad entre iPhone y Android en la cual se sentía traicionado) pero después aceptó: “Caí en cuenta que todo el mundo me ayudó cuando yo era joven, desde Bill Hewlett hasta el señor de la esquina que trabajaba en HP. Así que lo llamé y le dije desde luego.”

Perseverancia y no aceptar un no como respuesta

Jobs fue un gran negociante capaz de lograr convencer a otros acerca de sus ideas y su vida está llena de ejemplos en los que insistía para obtener lo que quería, desde llamar a todos los conocidos de su amigo Wozniak,  quién previamente se había negado, para persuadirlo de renunciar a HP y unirsele para fundar Apple; pasando por la búsqueda de un inversionista interesado en invertir en una idea de un producto nuevo que unos muchachos tenían en el garaje de su casa; hasta lograr poner de acuerdo a la industria disquera para que vendiera en iTunes Store.

Alta confianza en sí mismo

Otro de los rasgos que se puede ver en Jobs es su gran confianza en sí mismo y en sus ideas sabía valorarlas adecuadamente: cuando uno de los posibles inversionistas de la naciente Apple los visita al garaje, Jobs le dice que los podía comprar por unos cuantos cientos de miles de dólares, a Wozniak le pareció absurdo dejar pasar esa oportunidad por pedir tanto dinero, pero Jobs sabía valorarse y sabía negociar. Lo mismo sucedió cuando la naciente empresa Pixar se dispone a negociar con la reconocida Disney y Jobs logra obtener un trato en el que Pixar adquiere la mitad de la participación, el reconocimiento de la marca al lado de Disney y la obligación de realizar otras películas, si no hubiera sido por esa capacidad para negociar y por la confianza en sus ideas, equipo y empresas; Disney seguramente terminaría tratando a Pixar como un mero proveedor.

Steve Jobs de Walter Isaacson es en definitiva una recomendada biografía.

2 comentarios:

  1. Buen extracto del libro y gran personaje!

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  2. Carolina Rodríguez Maya8:58:00 a.m.

    Excelente! Gracias por esta publicación tan interesante!. Carolina.

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