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1.30.2015

Maverick: rebelde creativo

Maverick: rebelde creativo 

Porqué y cómo cuestionar el statu quo 



 “Para los locos, los desadaptados, los rebeldes, los problemáticos… los que ven las cosas de manera distinta...” Apple.(1)


El maverick es el becerro sin marca, el individuo o grupo que camina independiente. A veces perseguidos, señalados y molestos pero, como dice el clásico comercial de Apple, son ellos “los que cambian las cosas, los que empujan a la raza humana hacia adelante”. El maverick es un cuestionador por excelencia, un retador. 


En el ADN de los innovadores, se identifica, entre otras habilidades, a la capacidad de cuestionar como una de las competencias de descubrimiento que diferencian a los más creativos(2). La innovación implica cuestionamiento, porque precisamente un cambio que genera valor sustancial y llega a alterar lo establecido. A cuestionar el statu quo. 


Barreras para el maverick 

“Los innovadores que cambian al mundo, hacen preguntas que chocan con el mundo” Hal Gregersen(3) 

La coerción al cuestionamiento se puede vivir como individuos, cuando una persona no se permite evolucionar a sí misma; como colectivos, cuando se rechaza la libertad de expresión y la diversidad; como organizaciones, cuando se ataca invocando a una autoridad divina, normativa u organizacional con el ánimo de presionar, o en términos de moda, cuando se hace bullying al maverick por pensar distinto. Y se vive como países, en los Estados autoritarios donde solo la opinión del poder dominante tiene opción de ser respetada. 

En los entornos corporativos, el rechazo a las ideas puede venir desde la promoción implícita de la autocensura. A veces basta percibir culturalmente el peso del organigrama para que las mejores ideas se queden en el pasillo y no entren a las juntas(4), por temor a cuestionar una autoridad que a veces se pregunta ¿Quién es el o ella para ponerme en duda? pero resulta que “cuando de inspiración creativa se trata, los títulos y la jerarquía son irrelevantes” Ed Catmul



 “Cuestiona lo incuestionable” Ratan Tata, Tata Group. 


Cuestionar puede implicar rebeldía, juventud, posición crítica: problemas. Un cuestionamiento creativo es sobre todo rebeldía generativa, la propuesta de nueva manera de hacer las cosas, de mirar a los problemas desde otra perspectiva. A veces toma la forma de una simple pregunta que por fin alguien se atrevió a formular: ¿por qué las cosas se hacen de ésta manera? y ¿qué pasaría si se hicieran de otra forma?.

Cuestionar requiere de la capacidad infantil para generar la inquietud ingenua, o requiere de un entorno en el que se pueda cuestionar la desnudez del emperador, aquella frase en la que el niño desmantela la estupidez de la corte en el cuento de Hans Christian Andersen(5). De lo contrario, a falta de un entorno amable, se requiere la valentía del maverick. 

En los entornos creativos el poder debe admitir ser cuestionado, debe permitir incluso la irreverencia. Primero, porque sino lo hace, acaba todo ánimo evolutivo. Segundo, porque el poder tiende a hacerse insensible. Así lo expone Daniel Pink(6) cuando explica cómo algunas investigaciones relacionan inversamente al poder y a la capacidad de ver desde la perspectiva de otros. A mayor poder, menos se es capaz de ponerse en los zapatos de los demás

El cuestionamiento puede ser usado para defender la voz del cliente dentro de la organización, para recordar, en palabras de Jeff Bezos, “que se debe empezar con el cliente y luego ir hacia atrás”, que los procesos, por más sustentados que estén administrativamente, pueden ser absurdos que impiden la satisfacción del usuario. 

Los diseñadores saben que cuestionar es una de las competencias básicas de su profesión, que no hay un nuevo concepto sino se provoca, que no se evoluciona sino se saca a la mente del estado de confort. Las provocaciones son precisamente un elemento clave del pensamiento lateral, para sacar a la mente del camino usual de pensamiento, hay dejar de creer que la única manera “correcta” de hacer las cosas es de la manera establecida. Una pregunta que llegue a controvertir la base en lo que se fundamenta lo existente, es lo que se requiere para provocar.(7) 



Educados para no cuestionar 

“Las preguntas son el marco en el que las respuestas caen” Tina Seeling 

A veces la educación tiene que ayudar a las personas a que entiendan qué es lo correcto: cuál es la respuesta válida para un problema matemático, la manera correcta de escribir una palabra o cuál es la mejor práctica para desarrollar un proceso. Pero la mejor práctica para promover la creatividad es precisamente lo contrario, es cuestionar el statu quo. Es permitir pintar el cielo de un color distinto. Culturalmente esto puede llevar a problemas, la obsesión por la uniformidad es un ejemplo de comportamiento de entornos educativos coercitivos. Mientras la creatividad requiere de la diversidad, a veces se busca que todos sean iguales. 

 El maverick no necesita que le digan si algo es o no correcto, el intuye que hay un nuevo camino. El sistema educativo puede ser contrario a eso, puede que en entornos, donde no se utilizan aproximaciones activas, el estudiante se vuelva un adicto a la receta, a la directriz, a la aprobación, a la nota. A que le señalen el camino, mientras la vía para el cambio está precisamente oculta. 


Cómo ser un maverick 

10 maneras de cuestionar el statu quo 


Diversos autores como Rowan Gibson, Edward de Bono, Tina Seeling, Hal Gregersen, entre otros, plantean algunas maneras para promover el cuestionamiento, o en otras palabras cómo ejercer el rol del maverick


  1. Identifique los dogmas: a veces los dogmas están tan aceptados que se hacen invisibles. Preguntarse cosas aparentemente obvias, puede llevar a revelar esas “verdades no cuestionadas en la forma de hacer las cosas”. Lo primero que debe hacer para cuestionar es identificar esos supuestos irrefutables. Rowan Gibson(8) trae como ejemplo que IKEA alguna vez se preguntó “¿Por qué los muebles para el hogar tienen que hacerse por encargo y entregarse armados? ¿Por qué no crear productos estandarizados que los compradores ensamblen?” 
  2. Encuentre absurdos: siguiendo con las recomendaciones del equipo de Gibson, un absurdo es aquel procedimiento sin sentido que se ha establecido en una organización y que solo obstaculiza la satisfacción de las necesidades del usuario. Desde luego, esos absurdos están debidamente justificados en los procesos, en la burocracia u otra autoridad, pero no son más que eso: absurdos. En Colombia, por ejemplo, un decreto eliminó el absurdo de exigir a un pensionado el dispendioso trámite de presentarse cada tres meses a una entidad con un certificado que comprobaba que estaba vivo. Un absurdo previamente padecido por muchos ciudadanos.(9) 
  3. Busque lo “imposible”: en su momento Gmail llevó al extremo el nivel de almacenamiento en un correo electrónico, cuestionó la norma del mercado que eran unas cuantas megas y propuso gigas de almacenamiento sin costo, algo impensable para los competidores en un servicio de correo gratuito. Hoy muchos, sino todos, ofrecen esta capacidad gratis. Gibson recomienda mirar un parámetro común de desempeño en la industria y plantearse qué pasaría si este se mejorara dramáticamente, así parezca “imposible”. 
  4.  Haga de rebelde sin causa: en el ADN de los innovadores(10) se expone que Pierre Omidyar les contó: “mi proceso de aprendizaje ha sido siempre estar en desacuerdo con lo que se me dice y tomar la posición contraria ” una forma a veces molesta de forzar a la imaginación a ver la cosas de una manera distinta. Parece funcionar para el fundador de Ebay. 
  5. Lance preguntas provocadoras: las provocaciones son elemento fundamental del pensamiento lateral. Abren posibilidad de salirse de los patrones establecidos de pensamiento. De Bono sugiere el uso de la palabra PO (operación provocativa) para lanzar este tipo de preguntas, que a veces parecen muy tontas, con el ánimo de lanzar un golpe a la mente. PO: los carros no necesitan energía.
  6. Aproveche el arte para cuestionar: esta es una de las razones por las que toda empresa debería tener una galería de arte o al menos fomentar interacciones artísticas constantes a sus empleados. Tina Seeling(11) expresa: “convierta una piedra o un pedazo de madera en arte exponiendolo”. Ofrece un gran ejemplo de cuestionamiento: escuchar 4’33 (cuatro minutos y treinta y tres segundos) de John Cage. 
  7. Haga tangible su acto de rebeldía: uno de los principios fundamentales del proceso de diseño es la preferencia por lo tangible y lo visual antes que lo verbal. Haga de su cuestionamiento algo material, tal vez tome la forma de un elemento cuestionador como el gabinete Carlton de Sottsass o de un aparato algo no funcional, pero que pone a pensar, como el chindogu
  8. Construya un ambiente de confianza para pensar distinto: si en una junta el peso de la jerarquía empieza por la disposición de las personas con respecto al sujeto de mayor rango, o si además estos se diferencian por el mobiliario que usan, es probable que su entorno esté enviando el mensaje: “queremos solo la voz de un vicepresidente, no la de un simple asistente”. Incluso en empresas que deliberadamente buscan ser creativas pueden pasar estas cosas. Ed Catmul narra en su libro cómo en Pixar tuvieron que deshacerse de una larga mesa que durante años enviaba el mensaje implícito de que no era permitido expresarse abiertamente en las reuniones. 
  9. Pregunte 5 porqués: clásica técnica de entrevista, el escalonamiento también sirve para plantearse los problemas desde otro punto de vista, preguntar varios porqués suele llevar a replantearse un objetivo desde un punto de vista más amplio, permite ir a la necesidad original que se busca resolver. 
  10. Enfrente los dilemas: Roger Martin expone en su libro de pensamiento integrador(12) que los empresarios innovadores tienen la capacidad de manejar dicotomías y encontrar una solución inesperada que reconcilia modelos opuestos. Con propuestas de valor novedosas resuelven dilemas que para otros eran irreparables: lo bueno es caro, lo rico engorda, etc. Un ejemplo que da Martin es la cadena de hoteles Four Seasons, a su fundador se le presentó la idea de que solo podía haber dos tipos de hoteles: el pequeño con más cercanía humana pero pocos servicios y el gran hotel con muchos servicios pero impersonal. Issy Sharp enfrentó el dilema y creó una nueva categoría: hoteles medianos de lujo, con los servicios para personas de negocios de un gran hotel y la cercanía de uno pequeño, la idea es que se sientan no tan lejos de la casa. La próxima vez que pretenda cuestionar lo establecido puede empezar por atacar un dilema irreconciliable.
 Versión de este artículo disponible en UXinPeru


Fuentes de consulta: 

1. Here's to the Crazy Ones, Think Different, Apple. 
2. Dyer, JH, HB Gregersen, and CM Christensen. "The Innovator's Dna." Harvard Business Review. 87.12 (2009): 60-7. Print. 
3. TEDxYouth “How To Ask The Right Question: Hal Gregersen at TEDxYouth@IFTA” YouTube, YouTube. 11.06.2013 
4. Catmull, Edwin E, and Amy Wallace. Creativity, Inc: Overcoming the Unseen Forces That Stand in the Way of True Inspiration. , 2014. Print. 
5. Andersen, H C, and Carlo Fabetti. El Vestido Nuevo Del Emperador. Mexico D.F: Editorial Origen, 1989. Print. 
6. Pink, Daniel H. To Sell Is Human: The Surprising Truth About Moving Others. New York: Riverhead Books, 2012. Print. 
7. De Bono, Edward. “Serious Creativity” The Bono Group. The Bono Group LLC. 30 Jan 2015. 
8. Skarzynski, Peter, and Rowan Gibson. Innovation to the Core: A Blueprint for Transforming the Way Your Company Innovates. Boston, Mass: Harvard Business School Press, 2008. Print. 
9. Colfondos "La Ley Antitrámites facilita la vida del pensionado" Colfondos Pensiones y Cesantías. Colfondos 30 Jan 2015. 
10. Dyer, JH, HB Gregersen, and CM Christensen. Op cit. 
11. Seelig, Tina L. Ingenius: A Crash Course on Creativity. New York: HarperOne, 2012. Print. 
12. Martin, Roger L, and Adriana . Hassan. Ideas Opuestas Soluciones Creativas: Como Los Lideres Exitosos Ganan a Traves Del Pensamiento Integrador. Bogota: Grupo Editorial Norma, 2008. Print.

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